domingo, 15 de abril de 2012

Adolescente cae del tercer piso y sobrevive


Oportuna intervención  del Hospital Sabogal evito una muerte segura
Un adolescente de 16 años de edad se salvó milagrosamente de morir. El 20 de marzo en circunstancias que se encontraba lijando y pintando al interior del Hospital Cayetano Heredia de MINSA, cae del tercer piso y su cuerpo impacta pesadamente en el pavimento, quedando inconsciente.
Se trata de Emerson Tito Toribio Altamirano, quien, en su primer “cachuelo” como ayudante de un pintor, lijaba una pared a la altura de casi 8 metros, pierde equilibrio y cae al vacío. Recibe los primeros auxilios, sigue inerte pero con signos de vida, es conducido por la propia ambulancia del Hospital Cayetano a Emergencia del Hospital Alberto Sabogal.
Dado su extrema gravedad es ingresado a Shock Trauma, el emergencista solicita  una tomografía urgente. El neurocirujano lo evalúa y el diagnostico es concluyente,  severa lesión cerebral, con edema y hemorragia interna, pasa a la Unidad de Cuidados Intensivos. Es entubado y asistido por ventilación mecánica, su gravedad persiste.
El 22 de marzo, en vista que el gran edema cerebral puede conducir a la muerte a Emerson, los Neurocirujanos Erland Céspedes Ravines y Elvis Rojas Amado, abordaron  la lesión cerebral, le realizan una craneotomía y se extrae parte del cráneo de la cabeza, el mismo que es colocado en la pared abdominal para su conservación clínica, y de esta manera se logra controlar la gran presión intracraneal.
Es retornado a UCI. La atención especializada y permanente que le brindan los médicos  intensivistas, mas el soporte de los equipos de última generación con que cuenta la Unidad, dan sus frutos, Fueron 10 días cruciales, el estado crítico fue cediendo paulatinamente. A Emerson le retiran los equipos y empieza a respirar por si mismo.
Con un sorprendente mejoramiento en sus signos vitales, es pasado a la Unidad de Cuidados Intermedios, donde permanece 10 días mas, recibiendo la misma calidad de atención.  La oportuna y buena pericia de los médicos del Hospital Sabogal, una vez más, como tantos miles de casos, arrancaron de una muerte segura a Emerson, un joven  que  aun tiene mucho por aprender y dar en la vida.
Se acabo el drama, desvelo y  angustia para Susana Altamirano Castro y Julián Toribio Aguayo, padres de Emerson, el ahora camina, conversa, ríe,  come con gran apetito casi de todo, solo espera que muy pronto, la parte de su cráneo que aun esta alojado en su abdomen, le sea devuelto a su lugar, realizar terapia de rehabilitación, retomar sus estudios en el colegio y hacer deporte, especialmente el futbol  que es su mayor pasión.

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