Ayer, mientras el sol apenas caía sobre las calles de Bellavista, dos nuevos disparos, nuevamente, quebraron la rutina de un distrito que ha pasado del bullicio comercial al eco de las sirenas. Dos choferes de transporte público fueron atacados —uno murió, el otro lucha por su vida.
La violencia ya no es una amenaza lejana; está aquí, golpeando a vecinos, trabajadores y familias que sienten que la vida cotidiana se ha vuelto una ruleta rusa.
En este contexto, conversamos con Eduardo Herrera Ayay, ex candidato a la alcaldía de Bellavista en las pasadas elecciones quien, en su momento, presentó una interesante propuesta para devolver la seguridad a las calles del Distrito.
ERV: Bellavista vive días muy duros. ¿Cómo interpretas lo que estamos atravesando como comunidad?
EHA: Lo que está ocurriendo en Bellavista es inaceptable. No podemos —ni debemos— normalizar que cada día amanezcamos con una nueva víctima de la violencia. Estos crímenes no son cifras, son padres, hijos, hermanos. Son vecinos que están siendo asesinados por mafias que operan con total impunidad. Nos están quitando la paz, pero también nos están empujando a la resignación. Y yo me niego a resignarme.
ERV: ¿Qué es lo que más te ha impactado últimamente?
EHA: El ataque de ayer fue un punto de quiebre. Dos trabajadores que solo querían llevar el pan a sus casas fueron blanco de extorsionadores. Uno no sobrevivió. Y la pregunta es: ¿Quién sigue mañana? La inseguridad está cercando nuestras vidas y no podemos quedarnos de brazos cruzados. Me ha dolido ver la desesperación de sus familiares, la mirada de miedo en los ojos de los vecinos, de los pasajeros de esas combis. Pero también he sentido algo más: determinación. El ciudadano de a pie, aquel que debe vivir el día a día enfrentando estos peligros, ya se está cansando. Y eso es aún más preocupante, porque cuando las autoridades no hacen nada —o peor aún, cuando las leyes que promulgan terminan debilitando a la Policía, al Ministerio Público y favoreciendo a los criminales, incluso se podría decir que son ellos los que fomentan esta ola delincuencial—, lo que se está incubando es una bomba social.
Si el Estado no garantiza justicia, el riesgo es que los ciudadanos comiencen a buscarla por su cuenta. Y eso nos llevaría a una ruptura del orden jurídico, a un escenario donde se confunde justicia con venganza, y donde nadie estaría realmente a salvo.
Yo no quiero eso para Bellavista. Yo quiero devolverle al ciudadano la confianza en sus instituciones. Pero para lograrlo necesitamos liderazgo, firmeza y acción inmediata. No más excusas. O enfrentamos esta crisis con decisión, o la violencia terminará consumiéndonos a todos.
ERV: Recuerdo haber leído tu plan de gobierno en las últimas elecciones distritales, y una propuesta que me llamó especialmente la atención fue Bellavista Segura. Hoy, frente a esta ola de crímenes que golpea a diario al distrito, muchos vecinos se preguntan si lo que se está haciendo es realmente suficiente o si ya llegó el momento de cambiar de estrategia. ¿Podrías contarnos en qué consiste exactamente esta propuesta y por qué consideras que es más necesaria que nunca?
EHA: Mi propuesta se llama Plan Bellavista Segura, y nace de una urgencia real que hoy se ha convertido en una prioridad ineludible. No es una promesa más, es una estrategia integral que pone al ciudadano en el centro de la solución porque está claro que lo que se viene haciendo hasta ahora no da resultados.
Este plan articula tres pilares fundamentales: tecnología, patrullaje inteligente y participación ciudadana, y se compone de cuatro acciones concretas:
1.- Cerco Fronterizo Seguro: Ubicación estratégica de patrullas para cerrar el paso a delincuentes que intenten ingresar o huir del distrito, ya sea en autos o motos. Se trata de controlar puntos críticos y convertir las fronteras distritales en líneas de defensa reales, no simbólicas.
2.- Vigilancia Interna Motorizada por Cuadrantes: Patrullaje constante por parte del serenazgo en todas las avenidas, calles, pasajes y parques, con una frecuencia de paso entre 20 y 25 minutos. No es vigilancia aleatoria: es vigilancia organizada, planificada y perceptible por el vecino.
3.- Cámaras de Vigilancia con Tecnología de Reconocimiento Facial e Inteligencia Artificial: Implementaremos cámaras modernas equipadas con sistemas de reconocimiento facial e inteligencia artificial, conectadas en tiempo real con el Centro de Control de Emergencias. Estas herramientas no solo grabarán, sino que analizarán patrones de comportamiento en tiempo real, identificando movimientos sospechosos y generando alertas automáticas antes de que el delito ocurra. No se trata de cámaras que solo sirvan para poner papeletas, sino de una red inteligente de vigilancia preventiva, capaz de anticiparse al crimen y actuar con evidencia precisa. Es seguridad del siglo XXI para un distrito que ya no puede esperar más.
4.- Aplicativo Bellavista Seguro: Una herramienta digital para que cualquier vecino pueda reportar de forma anónima y directa cualquier acto delictivo o emergencia. Esta APP activará protocolos de respuesta inmediata, con geolocalización incluida, para que seguridad ciudadana y la Policía actúen con rapidez y eficacia.
Este plan no solo responde a la coyuntura, sino que propone un modelo sostenible de seguridad vecinal. Porque el miedo no puede ser parte de nuestra rutina diaria. Bellavista necesita más que presencia policial: necesita estrategia, coordinación y decisión política. Y eso es lo que traigo con esta propuesta.
ERV: ¿Cuál es el beneficio para el vecino común? ¿Qué cambia en la vida diaria con esta propuesta?
EHA: Cambia todo. Esta propuesta transforma la vida diaria del vecino desde lo más básico: la tranquilidad. Porque cuando nuestras calles son seguras, nuestros hijos pueden regresar a casa después de estudiar o trabajar sin ese temor constante a ser víctimas de un asalto o algo peor. Esa paz de saber que tu familia está protegida, incluso en horas de la noche, no tiene precio.
Para el comerciante, significa poder atender hasta más tarde, sin tener que cerrar el negocio apenas cae el sol por miedo a los robos. Para el emprendedor o empresario, representa un entorno más confiable para invertir, generar empleo y crecer. Porque nadie apuesta por una ciudad donde reina la inseguridad y el miedo.
Una ciudad más segura no solo baja las cifras delictivas: también levanta el ánimo, refuerza la convivencia, y da lugar al progreso. Eso es lo que buscamos con el Plan Bellavista Segura; no una reacción improvisada, sino una estrategia sostenida que devuelva al distrito la dignidad y la esperanza. Este no es un plan para unos pocos, es un compromiso con toda la comunidad para que podamos volver a vivir sin miedo.
ERV: Por último, ¿Qué mensaje le das hoy al vecino de Bellavista?
EHA: No estamos condenados a vivir con miedo. Esta es nuestra casa, son nuestras calles, nuestros hijos... y merecemos caminar por ellas sin pensar si volveremos a casa sanos y salvos. A quienes me escuchan les digo: sí hay esperanza, sí hay soluciones. Pero no vendrán de los mismos de siempre, de los que hace años repiten y repiten las mismas promesas vacías mientras la violencia crece y la ciudadanía se desangra en la indiferencia.
Ya no podemos seguir votando por propuestas recicladas, por candidatos que lo único que saben ofrecer es comprar más camionetas para hacerlas dar vueltas por todo el distrito, gastando combustible y presupuesto sin ninguna estrategia real. Eso no es seguridad, eso es show. Y ese show nos cuesta caro en vidas, en recursos y en tiempo perdido.
En abril del 2026 vamos a elegir a nuestros diputados y senadores. Es nuestra oportunidad de hacer memoria. Recordemos quiénes están ahora, quiénes miraron para otro lado cuando más los necesitábamos. Y tomemos una decisión valiente: no votar por ellos. No dejemos que quienes invierten cientos de miles en campaña solo para recuperar —y con creces— lo invertido, sigan gobernando nuestras vidas como si fuéramos mercancía.
Bellavista merece un nuevo comienzo. Hagamos de esta elección una señal clara de que no nos vamos a resignar. No al miedo. No al silencio. No a los mismos de siempre. Digámosle sí a la vida, a la seguridad y al cambio real. Es tiempo de elegir distinto para vivir mejor.