En la diligencia, se intervinieron nueve puestos para prevenir el delito de receptación, sin embargo, en cuatro de ellos se encontraron los celulares que tenía la alerta.
Once celulares reportados como sustraídos fueron incautados en un operativo interinstitucional que realizó la Fiscalía Provincial Especializada de Prevención del Delito del Callao y la Policía, en la Galería Polvos Chalacos.
Las fiscales Chandra Policarpo Santillan y Erika Pérez Contreras –con el apoyo de los fiscales del Pool, Carlos Huanca Yucra y César Ricardo Baltuano Marcelo– llegaron al segundo piso del local comercial, donde se intervinieron nueve puestos de reparación de teléfonos y los policías consultaron en la página web del Organismo Supervisor de Inversión Privada en Telecomunicaciones (OSIPTEL) los códigos IMEI de los celulares que estaban en dichos ambientes.
Los once teléfonos con alerta de sustraídos fueron hallados en cuatro locales y, ante la posible comisión del delito de receptación (tener en su poder los equipos móviles reportados), la Policía trasladó a los trabajadores de los puestos a la Comisaría para comunicar a la Fiscalía Penal de turno.
Cabe precisar que este trabajo se realizó debido a una coordinación entre la Presidencia de la Junta de Fiscales Superiores del Callao, la jefatura de la Región Policial del Callao y la Fiscalía de Prevención del Delito del Callao.
Según el artículo 194 del Código Penal, la persona que recibe, guarda, vende o ayuda a negociar un bien (celular) de procedencia delictuosa (sustraído o robado), teniendo conocimiento o presumiendo que provenía de un delito (hurto o robo), comete el delito de receptación y puede ser sancionado con pena privativa de la libertad no menor de dos ni mayor de cuatro años. Y si hubiera agravantes, la pena puede llegar hasta los seis años.