Oportuna
intervención del Hospital Sabogal evito
una muerte segura
Un adolescente de
16 años de edad se salvó milagrosamente de morir. El 20 de marzo en
circunstancias que se encontraba lijando y pintando al interior del Hospital
Cayetano Heredia de MINSA, cae del tercer piso y su cuerpo impacta pesadamente
en el pavimento, quedando inconsciente.
Se trata de Emerson
Tito Toribio Altamirano, quien, en su primer “cachuelo” como ayudante de un
pintor, lijaba una pared a la altura de casi 8 metros , pierde
equilibrio y cae al vacío. Recibe los primeros auxilios, sigue inerte pero con
signos de vida, es conducido por la propia ambulancia del Hospital Cayetano a
Emergencia del Hospital Alberto Sabogal.
Dado su extrema
gravedad es ingresado a Shock Trauma, el emergencista solicita una tomografía urgente. El neurocirujano lo
evalúa y el diagnostico es concluyente,
severa lesión cerebral, con edema y hemorragia interna, pasa a la Unidad de Cuidados
Intensivos. Es entubado y asistido por ventilación mecánica, su gravedad
persiste.
El 22 de marzo, en
vista que el gran edema cerebral puede conducir a la muerte a Emerson, los
Neurocirujanos Erland Céspedes Ravines y Elvis Rojas Amado, abordaron la lesión cerebral, le realizan una
craneotomía y se extrae parte del cráneo de la cabeza, el mismo que es colocado
en la pared abdominal para su conservación clínica, y de esta manera se logra
controlar la gran presión intracraneal.
Es retornado a UCI.
La atención especializada y permanente que le brindan los médicos intensivistas, mas el soporte de los equipos
de última generación con que cuenta la Unidad , dan sus frutos, Fueron 10 días cruciales,
el estado crítico fue cediendo paulatinamente. A Emerson le retiran los equipos
y empieza a respirar por si mismo.
Con un sorprendente
mejoramiento en sus signos vitales, es pasado a la Unidad de Cuidados
Intermedios, donde permanece 10 días mas, recibiendo la misma calidad de
atención. La oportuna y buena pericia de
los médicos del Hospital Sabogal, una vez más, como tantos miles de casos,
arrancaron de una muerte segura a Emerson, un joven que
aun tiene mucho por aprender y dar en la vida.
Se acabo el drama,
desvelo y angustia para Susana
Altamirano Castro y Julián Toribio Aguayo, padres de Emerson, el ahora camina,
conversa, ríe, come con gran apetito
casi de todo, solo espera que muy pronto, la parte de su cráneo que aun esta
alojado en su abdomen, le sea devuelto a su lugar, realizar terapia de
rehabilitación, retomar sus estudios en el colegio y hacer deporte,
especialmente el futbol que es su mayor
pasión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario