La Municipalidad Provincial del Callao, celebrará el 163º Aniversario de la Inmigración China al Perú en ceremonia que se llevará a cabo en el “Monumento al Inmigrante Chino” ubicado en el Parque Temático de la Policía de Chucuito y que será presidida por el alcalde provincial, Dr. Juan Sotomayor García.
La ceremonia se realizará el sabado 15 de octubre a las 3 de la tarde y contará con la participación del Embajador de China en Perú, Zhao Wuyi, el próspero empresario Erasmo Wong, entre otras personalidades.
Como se sabe la mayoría de los primeros inmigrantes chinos ingresaron al Perú a través del puerto del Callao, a partir de ahí su aporte cultural influenció directamente en el Perú, sobretodo en la gastronomía y contribuyó más al mestizaje de la raza peruana.
La ceremonia se realizará el sabado 15 de octubre a las 3 de la tarde y contará con la participación del Embajador de China en Perú, Zhao Wuyi, el próspero empresario Erasmo Wong, entre otras personalidades.
Como se sabe la mayoría de los primeros inmigrantes chinos ingresaron al Perú a través del puerto del Callao, a partir de ahí su aporte cultural influenció directamente en el Perú, sobretodo en la gastronomía y contribuyó más al mestizaje de la raza peruana.
UN POCO DE HISTORIA:
A mediados del siglo XIX los hacendados costeños tuvieron la gran oportunidad de acumular millonarios ingresos con el cultivo y la exportación de caña de azúcar y algodón, productos de gran demanda y altos precios en el mercado internacional.
Los grandes propietarios tenían un gran problema, la escasés de mano de obra, es así que presionaron al presidente Ramón Castilla para la dación de una ley que promueva la inmigración de trabajadores asiáticos.
El gobierno promulgó la ley estableciendo premios económicos a los inversionistas que traigan chinos - "culíes" - al Perú. Un grupo de capitalistas extranjeros y peruanos tomó las riendas del tráfico humano. Los "chineros" más importantes fueron Domingo Elías, José Canevaro, Enrique Candamo y Juan Ugarte. Entre 1847 y 1879 llegaron al Perú 100 mil culíes.
Los chinos llegados al Perú eran llevados a las plantaciones de caña y algodón, a las islas guaneras y, más tarde, a los ferrocarriles en construcción. La mayor parte sufrió maltratos físicos, discriminación, racismo y una dura explotación laboral. Muchos no recibían salarios, eran hacinados en barracas y encadenados para que no huyeran. Cuando lo hacían eran capturados y golpeados terriblemente. Hubo revueltas y rebeliones de culíes en este contexto. En 1870 miles de ellos escaparon e incendiaron las plantaciones y haciendas en Barranca y Pativilca, atacando a los patrones y capataces. En 1880 aprovecharon la invasión chilena para fugar y unirse a las hordas saqueadoras del general Patricio Lynch.Sin embargo muchos chinos cumplíeron sus contratos laborales y se quedaron en el Perú. Se instalaron cerca al Congreso y abrieron diversos negocios. Un buen número contrajo matrimonio con criollas y mestizas peruanas y con mucha pujanza y trabajo se hicieron parte de la cultura y el desarrollo nacional.
A mediados del siglo XIX los hacendados costeños tuvieron la gran oportunidad de acumular millonarios ingresos con el cultivo y la exportación de caña de azúcar y algodón, productos de gran demanda y altos precios en el mercado internacional.
Los grandes propietarios tenían un gran problema, la escasés de mano de obra, es así que presionaron al presidente Ramón Castilla para la dación de una ley que promueva la inmigración de trabajadores asiáticos.
El gobierno promulgó la ley estableciendo premios económicos a los inversionistas que traigan chinos - "culíes" - al Perú. Un grupo de capitalistas extranjeros y peruanos tomó las riendas del tráfico humano. Los "chineros" más importantes fueron Domingo Elías, José Canevaro, Enrique Candamo y Juan Ugarte. Entre 1847 y 1879 llegaron al Perú 100 mil culíes.
Los chinos llegados al Perú eran llevados a las plantaciones de caña y algodón, a las islas guaneras y, más tarde, a los ferrocarriles en construcción. La mayor parte sufrió maltratos físicos, discriminación, racismo y una dura explotación laboral. Muchos no recibían salarios, eran hacinados en barracas y encadenados para que no huyeran. Cuando lo hacían eran capturados y golpeados terriblemente. Hubo revueltas y rebeliones de culíes en este contexto. En 1870 miles de ellos escaparon e incendiaron las plantaciones y haciendas en Barranca y Pativilca, atacando a los patrones y capataces. En 1880 aprovecharon la invasión chilena para fugar y unirse a las hordas saqueadoras del general Patricio Lynch.Sin embargo muchos chinos cumplíeron sus contratos laborales y se quedaron en el Perú. Se instalaron cerca al Congreso y abrieron diversos negocios. Un buen número contrajo matrimonio con criollas y mestizas peruanas y con mucha pujanza y trabajo se hicieron parte de la cultura y el desarrollo nacional.
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